Refugio Nacional de Fauna Silvestre Curú
Ubicación
Localizado en la Península de Nicoya, casi en frente de las Islas Tortuga. La entrada a la finca Curú se localiza a 5 km. de Paquera, y el camino entre la entrada y playa Curú es de 1,5 km. En la playa se puede desembarcar con facilidad, e incluso aterrizar con avioneta en marea baja.
Costa Rica
Legislación
Creación | Decreto Ejecutivo No. 14378-A, del 23 de febrero, 1983. |
Extensión
El refugio consiste en 200 metros de ancho, medidos horizontalmente, empezando en la linea de pleamar entre las puntas Quesera y Curú. Superficie: 60 Has.
Construcciones y Servicios
Por tratarse de una área establecida en fecha muy reciente, y por ser aún de propiedad privada, no existen construcciones oficiales ni se dan servicios para el visitante.
Las únicas instalaciones que existen en las playas Curú y Quesera pertenecen a la Hacienda. Para visitar el refugio se requiere el permiso de los propietarios o del MINAE.
Importancia
El Refugio de Vida Silvestre Curú se estableció con el propósito de conservar uno de los últimos segmentos de bosque con fauna que con excepción de la Reserva de Cabo Blanco y de la reserva privada Wessberg, existen al extremo SE. de la península de Nicoya.
Recursos Naturales y Culturales
Geológicamente, el refugio se divide en dos porciones, las colinas y el llano. El área de colinas que se encuentran al N. y S., está constituida por rocas clásticas y calizas de finales del Cretácico y del Paleoceno, es decir, de hace unos 70-90 millones de años, con intercalaciones de rocas volcánicas. La parte central es plana y está constituida por aluviones del Cuaternario reciente, es decir, de los últimos miles de años. Esta unidad forma parte de lo que se ha llamado los macizos antiguos del Pacífico de Costa Rica (Santa Elena y Nicoya).
Con base en las mediciones efectuadas durante once años. se ha podido determinado que en la zona llueve en promedio 2.738 mm. por año, y que la temperatura media anual es de 27° C.
A pesar de su pequeño tamaño. se encuentran dentro del refugio cuatro ecosistemas, a saber: bosque caducifolio, bosque emicaducifolio, manglar y vegetación de playa. En el bosque caducifolio, que se encuentra principalmente en las puntas Quesera y Curú, predomina el pochote, aunque otras 15 especies de árboles han sido identificados, entre ellos: el medroño, el indio desnudo, el brasil, el flor blanca, el ron-ron, el cedro amargo, la caoba, el quebracho, el guachipelín, el roble de sabana, el corteza amarilla, el peine de mico, el cornizuelo y el poro-poro. En los bosques de los acantilados se observan especies xerofiticas como las cabuyas y el árbol brasil.
El bosque semicaducifolio que se encuentra en el resto del área, excepto en la playa, se caracteriza por tener una mezcla de especies siempre verdes y caducifolias. Las principales especies de árboles son aquí el madroño, el ojoche, el laurel, el indio desnudo, la caoba, el jobo, el cocobolo, el buriogre, el guachipelín, el aceituno, el peine de mico, el carao, la soncoya, el siete cueros, el guapinol, el cristóbal, el guanacaste, el corteza amarilla el roble de sabana, el flor blanca, el guácimo, el madero negro, el quebracho, el ceibo, el panamá, el almendro de montaña y la balsa.
El manglar se encuentra ubicado detrás de playa Curú y está formado por las siguientes cinco especies de mangle: el colorado, el más abundante, el piñuela, el salado, el botoncillo y el bariquita. Un arbusto que crece en la parte de atrás del mangle es el chumico de palo. La vegetación de playa está constituida principalmente por cocoteros, introducidos icacos, guanacastes y cenizaros.
La playa Curú es de arena fina. de color gris, de poca pendiente y de escaso oleaje. En marea baja tiene unos 35-50 mts. de ancho, y su largo total es de unos 900 mts. Estas características, unidas a la vegetación que presenta en la parte de tierra adentro la hacen ser de gran potencial para recreación. Otras dos playas pequeñas existen en el extremo S. de punta Quesera, Poza Colorada y Que sera. Ambas tienen arenas finas de color blancuzco debido a los corales que crecen en el mar; tienen mayor inclinación que la playa Curú, y son de gran belleza.
Tanto en el área del refugio como en los bosques vecinos, es posible observar una fauna relativamente variada, particularmente la avifauna. Los mamíferos que se encuentran aquí son el manigordo, el venado, el tigrillo, el mapachín, el ostoche, la comadreja, el tepescuintle, el zorro pelón, el monocongo, el mono cara blanca -muy dóciles y fáciles de fotografiar-, el caucel, el saíno, el coyote, el pizote, la martilla, el tolomuco, la guatusa, el zorro hediondo y el armadillo. Los murciélagos son muy abundantes, y se estima que podrían existir unas 25 especies en toda el área.
Se han observado 115 especies de aves, tanto en los bosques como en las playas. Algunas de las más abundantes son el tinamú chico, la garcilla bueyera, el zopilote negro, el gavilán aludo, el guaco, el andarríos maculado, la paloma piquirroja, la tortolita azulada, la tortolita comlin, la paloma coliblanca, el perico frenti anaranjado, el loro frentiblanco, el cuclillo listado, la esmeralda culiazul, el trogón cabecinegro, el momoto cejiceleste, el carpintero lineado, el saltarín toledo, el cabezón plomizo, el mosquerón picudo, la espatulilla común, el copetón viajero, la golondrina tijereta, la urraca copetona, el vireo amarillo, la reinita verdila, el bolsero veranero y la tangara veranera.
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